Este 7 de abril se celebró, como
cada año desde 1950, el Día Mundial de la Salud, como un derecho básico y
universal al que todos deberíamos acceder a partir de una atención sanitaria de
calidad. Anualmente, esta conmemoración
va acompañada de un tema central; el de este año ‘Mi salud, mi derecho’
pone el foco en el acceso universal a servicios de salud de calidad, así como,
en la importancia de contar con agua potable, aire limpio, alimentación
adecuada, vivienda digna, entorno laboral seguro y condiciones ambientales
saludables.
La salud es un derecho que cada vez está más amenazado, por
cuenta de enfermedades y desastres naturales, responsables de muertes y
condiciones de discapacidad; conflictos y guerras que se traducen en
sufrimiento, hambre y traumas; emisión de gases contaminantes que disminuyen la
posibilidad de respirar aire puro. Dice la OMS que, al menos la mitad de las personas
en el mundo siguen sin acceso a una atención sanitaria de calidad, y se ven
obligadas a escoger entre tener salud o atender necesidades básicas de techo y
comida.
Este es el Objetivo de Desarrollo
Sostenible número 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos
en todas las edades ¿Cómo va el mundo en el cumplimiento de este objetivo? Regular.
Al menos 400 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud básicos
y el 40% no tiene protección social; más de 1.600 millones de personas viven en
condiciones frágiles, con servicios sanitarios deficientes; más de 15 millones
de personas esperan recibir terapia para el VIH; cada dos segundos, una persona
entre 30 y 70 años muere por enfermedad crónica, cardiovascular o respiratoria,
diabetes o cáncer; 7 millones de personas mueren cada año por contaminación
ambiental; más de una de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual en
algún momento de la vida.
La noticia menos buena para
Colombia es que, según el último Índice ‘Ceoworld Healthcare’ (abril 2024), el
país cayó 46 posiciones en el sistema de atención médica desde 2021; pasando
del puesto 31 entre 89 países, al puesto 80 entre 110. La caída se explica por
la entrada de nuevos países, pero principalmente, por un deterioro considerable
en todos los indicadores, especialmente en la preparación del gobierno, que
pasó de 91.7 en 2021 a 53.5 en 2024. A
lo que se suma la poca claridad que parece tener el gobierno con respecto a las
reformas que se quieren implementar en temas críticos para la calidad de vida
de los colombianos; y, no es que no necesitemos un cambio, es que necesitamos
un cambio que respete y valore lo que sí funciona.
Me pregunto, qué va a pasar con
nuestra salud si seguimos alimentando la incertidumbre. Si, en cambio de tener un presidente y un
gobierno que, junto con las instituciones y los ciudadanos, lidere y acompañe
una transformación necesaria, seguimos en manos de un gobernante que solo se escucha
a sí mismo y quiere imponer sus ideas sin importar las consecuencias en el
mediano y largo plazo. La salud es integral; la incertidumbre genera estrés y este
afecta las comunicaciones en el cerebro, y cuando estas se alteran, se
desencadenan problemas a nivel cognitivo, emocional y físico.
Según los investigadores del
periódico inglés ‘The Guardian’, el emperador Julio César empezó a sufrir
accidentes cerebrovasculares frecuentes que desencadenaron una depresión
profunda y cambiaron su personalidad, justo cuando estaba alcanzando el poder
absoluto y antes de su asesinato.
Enrique VIII, quien se casó seis veces, decapitó a dos de sus esposas,
separó a Inglaterra de la Iglesia Católica para casarse con Ana Bolena, llevó
al cadalso a quienes cuestionaron su poder, tenía el síndrome de McLeod, un
trastorno que debilita los músculos y produce deterioro cognitivo y demencia.
Los informes de la CIA, dicen que Hitler era un psicópata neurótico que sufría
de histeria, paranoia, esquizofrenia, y tenía tendencias edípicas; no estaba
loco, pero al final perdió el contacto con la realidad, sufrió de Parkinson y
consumía cocaína.
Si quienes están en posiciones de
liderazgo no entienden la importancia de su propia salud y no la cuidan, cómo
van a cuidar la de quienes los acompañan. Me pregunto cómo estará la salud del
presidente Petro, cómo se cuida, qué entiende él en su vida personal por salud
y calidad de vida, porque al parecer olvidó que es el presidente de un poco más
de 51 millones de personas con derecho a un sistema de salud que nos de
tranquilidad y nos permita tener una vida digna.
Publicado La Patria 24 de abril 2024
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