Observar la flecha

 


“Dos personas van por el bosque, uno de ellos recibe un flechazo y cae abatido, el otro corre a ayudarle porque se está desangrando; pero cuando llega a sacar la flecha, el que está herido le dice ¡espera! Antes de sacarme la flecha quiero saber quién la ha disparado, desde dónde me ha disparado, la composición química del veneno que me ha inyectado.  Su compañero le dice ¡eres un idiota! Te estás desangrando y te estás haciendo preguntas, veneno, composición química...”  

Estas, dice Pablo D’ors, son las dos actitudes que nos caracterizan, pensar y actuar; cabeza y mano, dice el profesor Otto Scharmer.  Ante la flecha que produce una herida ¿qué hacemos? Darle vueltas en la cabeza y solucionar, cuando tenemos algún problema, una situación por resolver, cuando queremos un resultado. La pregunta es ¿hay otra posibilidad?

Si algo estamos necesitando hoy, como personas, familias, organizaciones, sociedad, humanidad, es encontrar esa otra posibilidad que nos permita ir a un sitio diferente, que nos ayude a caminar juntos sin hacernos tanto daño. Estamos pagando un costo demasiado alto por no hacerlo, en nuestra salud física y mental, así como en la posibilidad de ser más creativos y encontrar mejores alternativas para avanzar en este mundo complejo. 

Pablo D’ors, quien se ha convertido en un maestro de meditación y silencio, dice que el camino es el diálogo, no como un simple intercambio de ideas donde cada uno dice lo suyo, sino, como un espacio donde, tanto la palabra, como la escucha, van acompañadas de silencio; esto es, de una pausa que refleja el no estar en automático, a la carrera. Cuando hablamos demasiado rápido las palabras vienen de la memoria, cuando hablamos pausadamente estamos sacando algo que hay en nuestro interior, que hace parte de nuestra vida y que refleja nuestro verdadero yo.

¿Qué es escuchar? A partir de una experiencia de 10 años, atendiendo enfermos en un hospital en Madrid, Pablo D’ors dice que hoy está convencido de 5 cosas sobre la escucha verdadera; lo invito a leerlas y hacer una pausa para revisarse y sacar sus conclusiones:

1. Nadie puede dar lo que no tiene: aprender a escucharnos a nosotros mismos desde la quietud y el silencio, en un espacio de contemplación o meditación que nos permita mirar nuestro interior para ‘no quedarnos con el envoltorio’ como dice el maestro Franz Jalics; si no nos conocemos no podemos amarnos y si no nos amamos ¿qué damos a los demás?  

2. La intención es fundamental: si queremos escuchar a alguien no debemos tener ninguna pretensión personal o expectativa, la necesidad de retribución y el afán proselitista de convertir o ayudar a otro hace que se pierda la libertad y sin ésta no hay posibilidad de un verdadero diálogo.  

3. El mejor servicio que podemos darle al otro es ayudarle a creer en sí mismo: esto pasa por el autoconocimiento, solo si conocemos nuestro fondo y la bondad que hay dentro de nosotros podemos conectarnos con la esencia y lo bueno que hay en el fondo del otro. Creer en el otro es creer que todos somos autónomos, y no necesitamos salvar a nadie. 

4. Ir directamente al núcleo de la situación: un ejercicio de escucha, un diálogo verdadero debe ir a lo que importa, a lo esencial, si nos quedamos en lo externo, en la superficie, solo vemos las diferencias, es en el fondo donde somos iguales y podemos encontrarnos con esos que parecen tan distintos. 

5. Lo que hace un diálogo verdadero es el silencio: sin este no hay conexión, tampoco espiritualidad; lo más importante en la conversación es el silencio, solo en la lentitud, en la calma, hay conciencia y esto es lo que nos hace humanos. Ir a la carrera, en automático, nos quita la conciencia, y sin ella no podemos ser creativos y tampoco humanos. ‘Solo esta vivo lo que se crea’ dice D’ors y la creación viene del silencio, de ese sitio donde somos capaces de ver lo nuevo de cada instante.

La otra posibilidad frente a la flecha que hirió al hombre en el bosque es contemplarla para darnos cuenta de que el arquero no está fuera, somos nosotros mismos, puede ser que no haya flecha y tampoco arquero, porque muchos de nuestros problemas vienen de nuestra mente y de ir corriendo por la vida, esto nos impide observar y escuchar lo que realmente pasa en nuestro interior y en el del otro. Le recomiendo el libro ‘Escuchar para ser’ de Franz Jalics, maestro de Pablo D’ors.

Publicado La Patria 21 de junio 2023

Comentarios