Antoine de Saint-Exupery el autor de ‘El Principito’ decía: “Si
quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o
distribuir el trabajo, primero has de evocar en las personas el anhelo de mar
libre y ancho”. Una frase que trato de recordar en los momentos difíciles,
cuando es necesario llenarse de esperanza. Realidades complejas como la actual,
merecen que nos tomemos el tiempo, para: 1. Abrir la ventana y asomarnos al
mundo del otro, de manera que podamos entender lo que vive y siente; 2. Para
reconocer las posibilidades que ofrece ese mar libre y ancho que es el futuro donde
probablemente estarán otros con nuevas ideas y sueños.
Esta fue la intención de un conversatorio reciente de Diálogos de
Futuro, un proceso que, como mencionaba en una columna anterior, busca
fortalecer la Educación Superior como motor de transformación frente a los
grandes retos del país. Es un espacio de diálogo con 63 personas: rectores;
empresarios; profesores; gobierno; organismos internacionales y 25 jóvenes,
estudiantes de los dos últimos grados de colegio, universitarios de diferentes
instituciones, emprendedores y líderes comunales, provenientes de distintas
regiones y diversos grupos sociales. Una
pregunta motivó el diálogo: ¿cuál es ese sueño de Educación Superior que aporta
a la transformación de sus vidas y contribuye a construir un mejor país para
todos?
Los jóvenes sueñan con una educación inclusiva, diversa, integral,
interdisciplinar que ayude a conocerse y formarse como profesionales y como
personas, que nutra “ese sentido de pertenencia que necesitamos por el país”.
Quieren un cambio de paradigma y proponen que la educación llegue a los hogares
para que el saber sea una construcción de todos; no quieren más una educación
enfocada solo en lo técnico, porque “la educación es para disfrutar la vida”.
En su opinión, como probablemente en la de algunos de nosotros, hay una crisis
de confianza en el proyecto colectivo que deberíamos tener como nación; lo que
el país necesita son proyectos colectivos e incluyentes. Sienten que “es
angustioso estar en un momento donde se ven pocas salidas a situaciones tan
críticas”, y plantean que todo en la vida se arregla conversando, pero
desafortunadamente en el país se nos olvidó conversar.
La educación para ellos va más allá de las aulas, “no puede ser un
privilegio de unos cuantos, tiene que ser un derecho de muchos” que les permita
viajar por la vida y aportar a la construcción de nación. No puede ser
magistral, horas interminables de conceptos, debe ser aplicable a la realidad; debe
transformar vidas y permitir que seamos agentes de cambio. Debe incluir el
respeto a la vida en todas sus formas. “Lo que está pasando hoy, lo digo con
dolor desde Cali, es un gran irrespeto a la vida en todas las dimensiones; y es
desde la universidad, desde los centros de conocimiento y pensamiento, donde se
deben abordar estos temas (…); sueño con llevar la universidad a la periferia
(…); el futuro realmente es de los jóvenes que se la juegan con argumento,
conocimiento y bases sólidas para saber para dónde vamos”.
Cierro con este llamado a la urgencia: “Una educación que forme de
manera integral implica: espiritualidad y conciencia del entorno; desarrollo
académico e intelectual; valoración y construcción de competencias blandas, no
solo pensándonos en ser productivos sino en ser íntegros para la sociedad; construcción
en valores; y apropiación ciudadana. Muchos jóvenes estamos cansados de ver
hacia dónde ha ido la sociedad, tenemos una crisis existencial. Sueño con una educación
superior que fomente la curiosidad, que se piense de las aulas hacia afuera, para
aportar a la construcción de una nación distinta. Qué hacemos con los jóvenes
que no tuvieron la oportunidad de alimentarse adecuadamente en la primera
infancia, no tienen las mismas capacidades cognitivas, no tienen los recursos
para acceder a una educación superior, tal y como la tuvimos los que estamos
aquí. Qué hacemos con ese grueso de la población que están ahora en las calles
con hambre y resentimiento. La educación tiene que cambiar su modelo para
realmente aportar, más en un momento de crisis como esta”.
Y tu, ¿con qué educación sueñas?, ¿cómo sería si la ciudad fuera un aula de aprendizaje para todos?
Publicado La Patria 9 de junio 2021
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