El manejo de la frustración


La lechera – Samaniego

Una lechera llevaba en la cabeza un cubo de leche recién ordeñada y caminaba hacia su casa soñando despierta. "Como esta leche es muy buena", se decía, "dará mucha nata. Batiré muy bien la nata hasta que se convierta en una mantequilla blanca y sabrosa, que me pagarán muy bien en el mercado. Con el dinero, me compraré un canasto de huevos y, en cuatro días, tendré la granja llena de pollitos, que se pasarán el verano piando en el corral. Cuando empiecen a crecer, los venderé a buen precio, y con el dinero que saque me compraré un vestido nuevo de color verde, con tiras bordadas y un gran lazo en la cintura. Cuando lo vean, todas las chicas del pueblo se morirán de envidia. Me lo pondré el día de la fiesta mayor, y seguro que el hijo del molinero querrá bailar conmigo al verme tan guapa. Pero no voy a decirle que sí de buenas a primeras. Esperaré a que me lo pida varias veces y, al principio, le diré que no con la cabeza. Eso es, le diré que no: "¡así! "


La lechera comenzó a menear la cabeza para decir que no, y entonces el cubo de leche cayó al suelo, y la tierra se tiñó de blanco. Así que la lechera se quedó sin nada: sin vestido, sin pollitos, sin huevos, sin mantequilla, sin nata y, sobre todo, sin leche: sin la blanca leche que le había incitado a soñar.

¿Alguna vez ha estado en una situación como la de la lechera?

¿Se siente así hoy?

Esto se llama frustración

La frustración se define como el sentimiento que se genera en un individuo cuando no puede satisfacer un deseo planteado. Ante este tipo de situaciones, la persona suele reaccionar a nivel emocional con expresiones de ira, ansiedad, o disforia (desagrado, molestia, inquietud) principalmente. 

·       Ira, esto es rabia porque sentimos que es injusto que, independientemente de lo que nosotros queremos y hayamos trabajado para lograr algo, no lo alcanzamos.

·       Ansiedad, porque no sabemos qué pueda pasar después, nos sentimos un poco a la deriva, después de haber luchado por algo, habernos esforzado, invertir tiempo, recursos y capacidades, y no lograrlo. Recordemos que la ansiedad es miedo anticipado, es decir nos sentimos en riesgo, amenazados.

·       Disforia, es lo contrario de la euforia. No estamos contentos, más bien estamos tristes y molestos. La tristeza es la emoción que aparece cuando perdemos algo que es importante para nosotros, podemos sentir que perdimos nuestro esfuerzo, toda la inversión que hemos hecho para lograr que esto suceda. También podemos sentir que perdimos o estamos perdiendo oportunidades valiosas.

El origen de la problemática no se encuentra en las situaciones externas en sí mismas, sino en la forma en que reaccionamos cuando no logramos lo que queremos. Es así como, en la frustración hay dos componentes: una situación real que no sabemos cómo manejar, que nos desborda y nuestra vivencia emocional frente a esta situación.

·       Es probable que hoy, la estemos experimentando con mucha fuerza, porque la pandemia se mantiene y nos impide recuperar nuestra vida normal.

·       No importa si yo me he cuidado durante un año, hay otros que no lo hacen, el coronavirus no quiere ceder, por el contrario, está mutando, y nuestra vacuna va muy lenta…. Son demasiadas cosas en el entorno para las cuales no estamos preparados.

La frustración se puede catalogar como una respuesta primaria o instintiva. Es una reacción que de forma natural muestra un estado emocionalmente desagradable cuando hay una interferencia ante la búsqueda de un objetivo que nos hemos propuesto. La intensidad de la reacción de frustración puede variar sustancialmente, hasta el punto de generar consecuencias, inclusive a nivel cognitivo, cuando la situación es extrema, p. ejemplo, alteraciones la memoria, atención o percepción.

¿Qué es la baja tolerancia a la frustración?

Cuando una persona se frustra fácilmente se dice que tiene baja tolerancia a la frustración. Esto sucede mucho más en el mundo de hoy, y en nuestra sociedad occidental, donde nos habíamos casi acostumbrado a la inmediatez y la incapacidad de espera. Queremos que todo sea ya y que sea a nuestro modo.

Las personas que tienen este tipo de reacción, se caracterizan por un razonamiento rígido e inflexible, con baja capacidad de adaptación a los cambios no programados. Por otra parte, tienen una percepción distorsionada de la realidad que les hace insoportable el manejo de emociones más desagradables como la rabia o la tristeza. Esto los lleva a tener expectativas previas alejadas de lo racional, desmedidas y muy exigentes.

 

Hay estudios que vinculan la frustración con conducta violenta

El estudio realizado por Barker, Dembo y Lewin en 1941 probó la vinculación existente entre frustración y agresión y mostró el impacto que tienen las expectativas demasiado altas como generadoras de frustración en las personas. Más adelante se demostró que hay una relación entre agresión y frustración: las motivaciones de la persona, su actitud frente al problema, sus experiencias pasadas, y la interpretación que hace, con su mente y sus emociones, de su propia reacción, lo que puede conducir a una explosión de ira que lleva a la agresión.

 

Cómo reconocer una persona con baja tolerancia a la frustración

1.      Tienen dificultad para controlar las emociones.

2.     Son más impulsivas, impacientes y exigentes.

3.    Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, y no resisten la espera o la postergación, y reaccionan de manera explosiva, con ataques de ira o retraimiento, y tristeza extremos.

4.    Pueden desarrollar con más facilidad que otros individuos cuadros de ansiedad o depresión ante los conflictos o las dificultades grandes.

5.    Creen que, todo gira alrededor suyo y se merecen todo lo que piden; de manera que, perciben que cualquier límite es injusto porque va en contra sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se les da todo lo que desean.

6.    Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.

7.     Tienen tendencia a pensar de manera radical: una cosa es blanca o negra, no hay punto intermedio.

8.    Se desmotivan facilmente ante cualquier dificultad.

9.    Hacen chantaje emocional cuando no se cumple lo que desean inmediatamente, manipulando a la otra persona con mensajes hirientes.

 

¿De dónde viene la baja tolerancia a la frustración?

Entre los factores que pueden predisponer y/o precipitar la aparición de un disturbio de baja tolerancia a la frustración están:

·       El temperamento

·       Las condiciones sociales. Los estudios demuestran que en la sociedad occidental se presenta mucho más este tipo de problemática que en otras culturas.

·       Ciertas dificultades en la expresión emocional. Un vocabulario restringido, un déficit en la capacidad para identificar y reconocer emociones experimentadas, y una creencia errónea que manifestar emociones desagradables es perjudicial y debe evitarse, se relacionan con una baja tolerancia a la frustración.

·       Modelos o figuras referentes con problemas de autocontrol. P.ej. padres o profesores, trasmiten esa misma incompetencia.

·       Una interpretación errónea de las señales: Personas que ven como una amenaza o un peligro, el no lograr sus metas.

 

Cómo superar la frustración

“La frustración es un estado emocional interesante, porque tiende a sacar lo peor de quien está frustrado.” -Daniel Handler-

Cuando nos planteamos cómo superar la frustración es habitual que nos aconsejen o que leamos libros de autoayuda donde nos dicen que para realizar nuestros proyectos y deseos, lo que tenemos que hacer es imaginarnos ya en ellos, es decir, pensar, proyectar, soñar con ellos…

Normalmente, cuando nos acompaña el sentimiento de frustración, este ejercicio de proyección no hace sino aumentar más la frustración, ya que junto a esta proyección de buenas intenciones aparece el miedo “¿Y si no lo consigo de nuevo?”, “será mejor que ni lo vuelva a intentar”, “aunque lo intente, fracasaré otra vez”.

Este no es un buen camino cuando la frustración está con nosotros. Sin embargo, cuando logremos deshacernos de este sentimiento, volveremos de nuevo a desear, proyectar y emprender de nuevo, la búsqueda de nuestros sueños. Pero hasta entonces, tenemos otro camino que recorrer.

El camino para superar la frustración, los sentimientos negativos y derrotistas frente a nuestros sueños, es la ACEPTACIÓN

La aceptación supone “ser capaz de vivir intensamente y plenamente lo que nos toca vivir”, buscando otros caminos para realizar nuestros sueños, que quien sabe, puede ser que nos lleven al mismo destino.

Lo que nos limita a conseguir nuestros proyectos es lo mismo que en otras ocasiones nos ayudaría a conseguirlo. Es decir, focalizar la atención, poner ilusión, tener muchas ganas, e incluso la impaciencia por conseguirlo, en ocasiones son buenos componentes para conseguirlo.

Pero en otras ocasiones, esto mismo genera frustración porque las cosas no ocurren en correspondencia a lo que deseamos, tal y como lo habíamos esperado y proyectado. Y estos mismos ingredientes pueden obstaculizar, ralentizar o bloquear la meta, pareciendo que esta no va a llegar nunca. Apareciendo, entonces, una nueva compañera de camino, la frustración.

Cuando consigamos aceptar la realidad que estamos viviendo, también conseguiremos cambiarla. Desaparecerá la frustración cuando aceptemos que no todo se puede conseguir, pero que sí puedo buscar y encontrar otras vías para ser feliz.

Así, con otros sentimientos, desde la aceptación, la comprensión, la tranquilidad, seguiremos caminando hacia nuestros sueños, sin que estos paralicen mi felicidad en ningún momento.

A lo largo del camino me pueden sorprender otros caminos que se entrelazan y, sin embargo, finalmente, aún sin pensarlo, puede ser que me haya acercado mucho o incluso vea mis sueños hechos realidad, sintiéndome feliz por el camino recorrido, así como por lo conseguido, aunque esto no sea exactamente cómo y lo que yo había soñado.

“No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Eso significa que vives.” -Franz Kafka-

A la hora de plantearse cómo superar la frustración hay que aceptar y vivir felizmente la vida, reconociendo que las cosas no ocurren cuando y como queremos. Sin embargo, aceptar este camino truncado desde la “normalidad” de la vida puede llevarnos hasta otra forma diferente de vivir, pero no menos feliz.

La aceptación que permite liberar la frustración es un proceso que ocurre a nivel profundo, no es una aceptación a nivel lógico y racional sino a nivel emocional. Por ejemplo, probablemente sabes qué pasará si no consigues terminar lo que te propones, conoces las posibilidades, pero no las aceptas.

·       Una cosa es conocer y otra muy diferente aceptar a nivel emocional.

Por lo tanto, en vez de preguntarte: ¿qué sucedería si no lo consigo? Pregúntate: ¿puedo vivir sin lograr lo que me propongo?, ¿existen otros caminos para lograrlo? y ¿cómo me afecta emocionalmente no lograr mi meta?  Solo entonces comenzarás a aceptar la aparente derrota y la convertirás en una victoria.

También es vital aprender a aceptar nuestras limitaciones. No cabe duda, es importante esforzarse por lograr un objetivo, pero llega un punto en que también es necesario abandonar o replantearse las metas asumiendo una perspectiva más realista.

 Aceptar lo que ha sucedido es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier desgracia”. William James

 
Algunos tips para mejorar nuestra tolerancia a la frustración

1.      Reconocer la emoción para recuperar la calma

2.     Aprender a respirar las emociones para dejarlas ir

3.    Hacer algo que nos conecte con una emoción más agradable, más positiva, desde donde puedan aparecer nuevas posibilidades

4.    Identificar qué si podemos hacer, que oportunidades tenemos a nuestro alcance, abramos caminos hacia adelante

5.    Reconocer que nos estamos diciendo a nosotros mismos: no tengo capacidades, no lo voy a lograr, siempre me pasa lo mismo…este tipo de pensamiento nos hace creer que hasta aquí llegamos.

a.    Revisemos nuestras capacidades y fortalezas que no se han ido porque no logramos lo que queríamos

b.    Cambiemos la palabra fracaso o error por lección, aprendizaje

6.    Seamos realistas y también flexibles.

a.    Acepta que no podemos tenerlo todo ni lograrlo todo

b.    Pero, aunque no lo hayamos logrado, no quiere decir que debamos rendirnos; podemos explorar nuevos caminos

7.     Esta frustración también pasará

a.    Nada es permanente y lo que estamos sintiendo en este momento, si lo reconocemos y aceptamos, también pasará.

8.    No miremos solo el lado negativo, enfoquémonos en las fortalezas, en los aprendizajes, en las capacidades que todavía tenemos

a.    Los mayores obstáculos, las principales crisis en nuestra vida son la mayor fuente de crecimiento.

b.    Lo que no nos mata, nos fortalece

9.    No nos quedemos en la frustración, más bien permitamos que las emociones contenidas se liberen para que podamos seguir avanzando.

a.    No peleemos con la frustración ni con las emociones que la acompañan

b.    Reconozcamos, identifiquemos y gestionemos las emociones para que podamos soltarlas y liberarnos

 


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