El arte de desprenderse

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Para iniciar quiero contarles un cuento ‘El turista y el sabio’

Se cuenta que, en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

– ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.

Y el sabio, rápidamente, también preguntó: -¿Y, dónde están los suyos…?-

– ¿Los míos? se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

– Yo también… concluyó el sabio. «La vida en la tierra es solamente temporal… sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices»

Los invito a quedarse con esta historia y guardar esta pregunta:

¿Cómo sería vivir más ligero de equipaje?

 Ahora, quiero invitarlos a que recuerden esos momentos de su vida en los cuales han tenido que desprenderse de algo, dejar de usarlo, regalarlo:

·       Un juguete, muñeca o carrito

·       El triciclo, la bicicleta, el carro

·      Hace 30 años no se usaban los blue jeans rotos, recuerdo que mi mamá regaló una vez unos blue jeans que le encantaban a mi hermano y según ella ya estaban gastados, aunque le compró unos nuevos, mi hermano no estaba para nada contento con lo que ella había hecho: quitarle sus blue jeans preferidos

·     Traigan a su memoria alguna experiencia como esta, algo sencillo que tuvimos que dejar, alguien lo regaló, se perdió, se dañó…

·    Qué sentimiento aparece cuando nos desprendemos de algo que nos gusta o a lo que estamos acostumbrados… Tal vez NOSTALGIA ¿verdad?

·      Es normal, la nostalgia es una forma de tristeza y la tristeza nos recuerda que hemos perdido algo que nos importaba, que era valioso para nosotros.

·   Es una emoción que invita a reconocer y valorar lo que tenemos, muy importante para establecer prioridades en la vida y entender que debemos valorar y disfrutar lo que tenemos hoy porque algún día ya no estará, sea la muñeca, el carrito o nuestros seres queridos.


¿Qué nos ayuda en este tipo de situaciones?


  • Probablemente había algo mejor que íbamos a recibir si entregábamos o nos desprendíamos de lo viejo: Un juguete nuevo, ropa nueva, una bicicleta; dejar el colegio y los amigos para entrar a la universidad; dejar la universidad para entrar a trabajar.  Algunas de estas decisiones eran o son más fáciles, porque al otro lado hay algo relativamente cierto que nos interesa, que nos motiva y nos jalona; sin embargo, sentimos inquietud: ¿cómo será? ¿seremos capaces? ¿nos adaptaremos? ¿habremos tomado la decisión correcta?
  • También es importante mencionar que, no solo se trata de desprenderse de objetos o personas, pueden ser actividades, hábitos, rutinas, apegos, actitudes y formas de reaccionar que pueden ser dañinas y necesitamos revisar.  Desprenderse de todo el equipaje que nos impide avanzar y movernos hacia el lugar que queremos.

Si nos genera inquietud, dudas, a veces ansiedad y temor, el dejar algo para emprender un camino que sabemos será bueno, que tendremos ganancias, que habrá beneficios ¿Qué pasa cuando no sabemos que hay al otro lado y además cuando no es algo que nosotros elegimos?

La incertidumbre

Esto es lo que se llama INCERTIDUMBRE… cuando debemos pasar de algo conocido, estable, seguro, que nos genera comodidad y tranquilidad, a algo nuevo, desconocido, incierto, que no elegimos y nos obliga a cambiar nuestra forma de vida, nuestros hábitos. Por supuesto que no es fácil:

·    Habrá ansiedad, temor, preocupación y también rabia -esto es sentimiento de que es injusto-. Es legítimo que aparezcan esta clase de emociones.

·      ¿Alguna vez han estado ahí?

Hoy estamos ahí, veníamos de una vida a la que nos habíamos acostumbrado, y de pronto, llega un monstruo llamado ‘coronavirus’ que:

·       Sorprende a todos y rompe con los hábitos y forma de vida de la humanidad entera;

·        Sacude las bases de lo que hemos construido;

·        Nos manda al encierro, nos quita la libertad de movernos;

·        Nos obliga a pensar en el cuidado propio y del otro;

·        Deja a muchos sin trabajo, con poco o cero ingresos;

·        Se lleva a los seres queridos y amenaza nuestra salud y sobrevivencia;

·        No hay un tratamiento o vacuna que podamos esperar muy pronto.

Es un personaje que vino para recordarnos que la vida es incierta y que no es algo pasajero… es la realidad, y es lo que hay, pensar en pelear con él y con sus consecuencias solo nos desgastará.

Piensen en todos los cambios que hemos tenido que hacer:

·        La forma de trabajar … en casa

·        La forma de relacionarnos … distancia física, virtualidad

·        Disminución o desaparición de la vida social, eventos culturales, viajes

Hemos tenido pérdidas: familiares, amigos, posibilidades, y una muy importante: la LIBERTAD.  Soltar, dejar ir, desprenderse, cambiar, no son temas fáciles… es UN ARTE, no hay un manual, ni una fórmula mágica, porque depende de:

·        La magnitud del cambio

·        La importancia de lo que perdimos

·        Nuestra cercanía, afecto, apego por lo que ya no tenemos

·   Nuestra personalidad, qué tan rígidos somos y qué tanta necesidad de seguridad y certidumbre tenemos

·    De las veces que hemos tenido que soltar, hacer duelos, desprendernos de situaciones, lugares, cosas, personas…

Es un proceso diferente para cada persona

Es importante que cada uno se observe, tome conciencia, e identifique qué necesita, cuál es su lienzo, cuáles son los colores, cuáles son las imágenes que necesita eliminar y cuáles son los nuevos que desea poner.

Pero, al igual que en el arte, hay una parte que depende de nosotros, que es nuestra esencia, nuestro sello, y hay otra, que tiene que ver con el método. Cuando estamos empezando a pintar, entendemos que hay que hacer un encuadre de lo que queremos plasmar, hay que ponerle color a todo el lienzo y no dejar espacios en blanco, hay que hacer trazos simples y luego empezar a dibujar las figuras centrales, luego se va poniendo el color, sin ensuciarlo, etc.

Quiero que antes de mostrarles los pasos, cada uno cierre los ojos un minuto y observe cómo se siente, de qué se está dando cuenta, qué es eso que, en este momento de su vida, necesita soltar… desprenderse… dejar ir, para acoger lo nuevo.

AGAPE

La palabra ágape es el término griego para describir el amor incondicional, generoso, de entrega total. Ágape es el Amor de Dios que nos abraza sin condiciones. La mejor forma de adaptarse a esta nueva realidad es ABRAZAR JUNTOS LA INCERTIDUMBRE.

Veamos el significado del camino que he denominado ÁGAPE, que quisiera invitarlos a ver como un MAPA que nos ayuda a movernos para pasar de lo viejo a lo nuevo:

A ceptación – de lo que hay-

G ratitud – de lo que tuve, he aprendido y tengo hoy-

A ctitud -escoger cómo queremos estar-

P ropósito – que nos inspire y nos movilice a avanzar-

E ncuentro – con el otro, los otros que nos acompañan en el viaje-

1.  A ceptación:

Esto es, mirar de frente lo que está pasando, observar la realidad, sin negar o tratar de maquillar, no importa si lo que vemos nos gusta o no, ES LO QUE HAY. Tal vez nos genere tristeza, pero como les decía al comienzo ¡bienvenida la tristeza! Que nos permite reconocer lo que nos importa, nos ayuda a valorar lo que tenemos, nos acerca a una realidad inevitable ‘nada es eterno’.

  • La aceptación nos ayuda a despedirnos de lo que ya pasó, darnos cuenta dónde estamos y con qué contamos. A esto le llamo MIRAR LA REALIDAD CON LA MENTE, EL CORAZÓN Y LA VOLUNTAD ABIERTOS, sin juzgar, sin castigarnos o culparnos.

·   Muchas cosas pasan sin nosotros, o a pesar de nosotros, necesitamos aceptar que no tenemos ni podemos tener el control de todo.  La aceptación implica dejar de pelear con la realidad, permitirnos estar y experimentar el presente.

·        Esto nos da paso al siguiente concepto …

2.  G ratitud:

Tal vez lo de antes era bueno, valioso y nos gustaba, es más lo amábamos, nos encantaba, si es así, deberíamos AGRADECER el haberlo tenido y los recuerdos maravillosos que nos dejó.

Tal vez no era tan bueno, nos hacía sufrir y no estábamos del todo contentos, si es así, deberíamos AGRADECER por lo que nos dejó, por todas las lecciones que aprendimos y por habernos fortalecido… hay una frase que tal vez todos conocen ‘LO QUE NO MATA, NOS HACE MÁS FUERTES’ y, saben qué, es cierto. La gratitud es el mejor antídoto y la mejor medicina que podemos tomarnos los seres humanos; en cambio el rencor, la ira, son venenos que nos tomamos pensando que vamos a hacerle daño al otro y al único que le hacemos daños es a NOSOTROS.

3.  A ctitud:

Es verdad que no escogimos esta pandemia, ni la cuarentena, ni la enfermedad o pérdida de nuestros seres queridos; pero sí podemos escoger cómo mirarlo, cómo interpretarlo, cómo vivirlo. Tenemos dos opciones, verlo como tragedia o como oportunidad:


Tragedia

Oportunidad

-      

          Inconformidad

-         Negación

-         Queja

-         Rechazo

-         Pelea con nosotros y con los otros

-       Resignación: tengo que, me tocó

PONERNOS EN EL LUGAR DE LA VÍCTIMA


-                                                                                                                Observar

-         Darse cuenta

-         Comprender

-         Agradecer

-         Apertura y flexibilidad

-     Aceptación: quiero, me permito

SER PROTAGONISTAS DE NUESTRA HISTORIA



¿Cuántas veces he estado en el lugar de la víctima?

¿En qué sitio quiero estar hoy?

Es una decisión que podemos tomar en este momento, sin importar cuántas veces hayamos estado en el lugar de la víctima, siempre podemos movernos. Viktor Frankl, psiquiatra judío-polaco, fundador de la logoterapia, quien estuvo en 4 campos de concentración durante la 2ª. Guerra Mundial, dijo:

“A un hombre le pueden arrebatar todo (…) salvo la última de sus libertades, la libertad de elegir su actitud ante las circunstancias”

1.  P ropósito:

Movernos de un sitio a otro, especialmente cuando las cosas son difíciles, cuando hay tanta incertidumbre, cuando muchas cosas en nuestra vida son diferentes, no es un tema fácil, por eso necesitamos tener un PROPÓSITO que nos inspire, una razón en el futuro que nos impulse.

-     Pablo Picasso dijo alguna vez que el sentido de la vida está en descubrir nuestro don y el propósito de la vida consiste en regalarlo.

-     Para tener un propósito, primero tenemos que reconocer cuáles son nuestros talentos, qué es lo que hacemos mejor y nos encanta, qué es eso que al hacerlo sentimos que vale la pena y tiene significado: competencias, fortalezas, valores, habilidades… que por supuesto es diferente en cada uno de nosotros; una vez tenemos claro lo que tiene sentido para nosotros, lo que queremos hacer y disfrutamos, es hora de ponerlo al servicio de los demás.

-     Los invito a que cada uno revise cuál es su esencia, dónde están sus dones y talentos, qué es lo que más disfrutan… y cuando descubran su NUCLEO POSITIVO, como se denomina desde la Indagación Apreciativa, estamos listos para soñar:

-         El mundo no se acaba con la pandemia, la vida continua con o sin coronavirus

-        Siempre habrá dificultades, a veces mayores y a veces menores y cotidianas

-        Cuál es el cambio que quiero ver en mi vida… vivimos en el mundo que somos capaces de construir, esto pasa por ser capaces de mirar al futuro con esperanza y empezarlo a construir desde hoy.

 

“Se el cambio que quieres ver en el mundo”. Gandhi

Antoine de Saint-Exupery, el autor de ‘El Principito’ tiene una hermosa frase: 

‘Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en las personas el anhelo de mar libre y ancho”

También aquí debo nombrar a Viktor Frankl que, a lo largo de la historia de la humanidad, es un ejemplo maravilloso de cómo sí se puede tener un propósito en medio de la adversidad…

-     Estaba en Auschwitz en Polonia, las condiciones eran terribles, los presos no tenían nada, cambiaban las lentejas de la comida por un par de cordones para sus botas o por unos cigarrillos para calmar la ansiedad. Cuenta que la mayoría solo estaban esperando ser llevados a la cámara de gas. En medio de esta situación se imaginaba que estaba en un escenario muy grande lleno de personas, después de la guerra, y él compartía su experiencia en el campo. Se propuso 3 cosas para cada día: aprender algo, enseñar algo y trascender… sobrevivir, no iba a morir en el campo. Y no lo hizo… Esto se llama PROPÓSITO.

No podemos quedarnos en el hoy, en lo que no nos gusta, tenemos que aceptar la realidad y ser capaces de identificar algo que nos mueva hacia adelante.

2.  E ncuentro:

Por último, está el encuentro ¿con qué o con quién? La mayoría de las veces, necesitamos de otros para caminar hacia ese propósito, hacerlo solos puede ser muy difícil. Necesitamos identificar otras personas que van en la misma dirección y que también necesitan y quieren compañía; otros que nos impulsen con su ejemplo cuando creamos que no vale la pena, otros que nos sirvan de apoyo cuando estemos desfalleciendo, otros que también creen que el futuro está lleno de posibilidades.

-    ¿Qué hacemos cuando vamos a emprender un viaje a un lugar desconocido y lejano? Buscamos asesoría, nos documentamos, pedimos referencias, y si es posible, conseguimos compañía para el viaje, un partner, un grupo, otros que van en el mismo camino.

-   El arte de desprenderse para acoger, es un proceso en el que es importante construir redes de confianza en las que nos necesitamos unos a otros, sabemos que somos diferentes y tenemos fortalezas distintas y por eso vale la pena. Caminar hacia el futuro en medio de la incertidumbre genera miedo y la mejor forma de enfrentar el miedo es sentirnos cuidados y acompañados; el miedo es cobarde y cuando ve que nos vamos fortaleciendo y no estamos paralizados, se retira.

-    Para lograr esto, para tener una red de apoyo y colaboración, debemos empezar por reconocernos frágiles y vulnerables; si tratamos de demostrar que somos muy fuertes y todo está bien, nadie nos va a ofrecer ayuda, porque pensarán que podemos solos y no necesitamos nada.  

-  Esto no es una competencia de super héroes, es un camino agreste, con obstáculos, en el que es mejor reconocer que solos no podemos. La verdadera valentía no está en demostrar nuestra fuerza o capacidad individual, sino en reconocer que la incertidumbre nos genera miedo y que necesitamos ayuda.

¿Qué tan solo me siento en esta tarea?

¿A quiénes puedo ofrecer o pedir ayuda? 

Para cerrar, me gustaría decirles que la mejor forma de enfrentar la incertidumbre es abrazarla juntos, el arte de desprenderse para acoger lo nuevo, es un ejercicio que requiere fortalecer la confianza a partir de lo que no somos capaces de hacer solos, a partir de la vulnerabilidad -necesidad de protección que todos tenemos-.

Los invito a construir su camino AGAPE:

1.   ACEPTACIÓN: Identificar la realidad en la que estoy viviendo, lo que hay, no importa si me gusta o no, darle la bienvenida y aceptarlo.

2.  GRATITUD: Mirar el pasado con gratitud, por lo que me regaló, por lo que aprendí, porque me permitió llegar hasta aquí.

3.  ACTITUD: Dejar la mirada de la víctima y acoger el camino del protagonista, dejando de pelear con lo que ya no está o lo que tengo que dejar para abrirme a nuevas posibilidades.

4. PROPÓSITO: Identificar cuál es mi esencia, cuál es mi identidad, qué me importa y da sentido a mi vida; permitirme soñar para tener esperanza y definir un propósito que me inspire y por el que valga la pena avanzar en la nueva dirección.

5. ENCUENTRO: Reconocer que, no estoy solo, que hay otros que van en la misma dirección y que necesitamos viajar juntos, apoyándonos e impulsándonos.

Recomendación: Empiecen con algo pequeño, algo que no cueste tanto trabajo, háganlo paso a paso y trátense con amorcito, si se devuelven sigan adelante, devolverse también es aprender y esto, es un ejercicio de aprendizaje.


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