"Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquél que conquista el miedo" Nelson Mandela
En la etimología de la palabra coraje encontramos COR, que es corazón en latín. Coraje es echar el corazón para adelante, tener valor. El coraje es nuestra fuerza interior; el psicólogo Martin Seligman, quien ha trabajado en temas de depresión y psicología positiva, dice que el coraje incluye tres virtudes:
- Perseverancia
- Pasión por las cosas
- Honestidad
Es indispensable para tomar las riendas de nuestra vida, porque: nos permite expresar lo que queremos; ser fieles a nosotros mismos; vivir de acuerdo con nuestros principios y deseos y no estar al vaivén de los demás.
VIVIR CON CORAJE ES ANIMARSE A EXPERIMENTAR, JUGAR, SENTIR, DARNOS PERMISO DE VIVIR Y APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES; SER CAPACES DE ENFRENTAR SITUACIONES DIFÍCILES; TOMAR DECISIONES COMPLEJAS; NO QUEDARNOS PARALIZADOS ANTE LO QUE NOS ASUSTA; IR MÁS ALLÁ DE NUESTROS MIEDOS.
Para ser valientes realmente, debemos reconocer que algo nos genera miedo, sea real o subjetivo. Tenemos coraje cuando hacemos lo que necesitamos, aún con miedo. No hay coraje si no sentimos miedo, si no tenemos la fuerza interior para atrevernos.
¿De dónde viene esta fuerza?
Hay una emoción que tenemos muy estigmatizada, LA RABIA. Esta tiene una sombra muy grande que se traduce en irritabilidad, ira, explosividad, y también en culpa, cuando la dirigimos hacia nosotros. Pero también tiene una luz inmensa que nos permite reconocer lo que nos parece injusto, con nosotros o con los demás, y desde ahí, poner límites, atrevernos a decir lo que pensamos, a no quedarnos donde somos maltratados; esto es, reconocer y conectarnos con nuestra dignidad.
No se trata de insultar, agredir, amenazar o atacar; se trata de entender lo que queremos o no para nuestra vida, de acuerdo con nuestros principios, creencias y valores, para actuar en consecuencia.
Cuando actuamos con coraje y valentía, nos sentimos expuestos, pero vale la pena porque hay un propósito mayor que nos impulsa. Ejemplos de ésto son aquellas personas que a lo largo de la historia han luchado por un ideal, por lo que quieren, no se han quedado quietas cuando algo era injusto y había una causa mayor por la que valía la pena seguir adelante.
Tres ingredientes son importantes en lo que considero mi fórmula de coraje:
- El miedo. Cuando sentimos que hay una amenaza y debemos cuidarnos.
- La rabia. Cuando reconocemos que algo es injusto y necesitamos poner límites y salir de allí, aún teniendo miedo.
- Un propósito mayor. Algo por lo que vale la pena luchar; en mi caso considero que es el AMOR con mayúscula, que es Dios. Ahora bien, para cada uno ese propósito mayor puede ser su bienestar, su familia, un hijo, un trabajo, etc.
Vivir y actuar desde el coraje implica: retar nuestros miedos, combatir por lo que es injusto, y lograr lo que queremos.
CUATRO FORMAS EN LAS QUE SE REFLEJA EL
CORAJE
- ASUMIR RESPONSABILIDAD. Somos buenos para culpar a los demás y buscar responsables, pero ¿cuántas veces nos miramos al espejo y aceptamos que lo que pasa también es responsabilidad nuestra?
- HACER CAMBIOS. Nos acostumbramos a vivir en una zona de confort y decimos que así estamos bien; nos quedamos en un trabajo que no nos gusta, en una relación que nos maltrata, hacemos lo que otros esperan de nosotros; pero ¿será que hay algo más que ésto? Si fuéramos diez veces más valientes y tuviéramos más coraje, ¿qué riesgos tomaríamos?
- MANTENER EL RUMBO. A veces necesitamos coraje para hacer un cambio, pero otras lo necesitamos para quedarnos donde estamos cuando encontramos obstáculos en el camino. El coraje también es la base para persistir, para no desistir al primer bache, para lograr un propósito mayor aunque el camino sea empinado y a veces nos caigamos.
- TENER FE. Confiar para lograr lo que queremos. Las dificultades nos hacen más fuertes, nos ayudan a crecer, nos conectan con nuestra vulnerabilidad y nos quitan la arrogancia. Eso no quiere decir que debamos desistir, lo mejor de nosotros sale en los momentos difíciles si somos capaces de confiar; también los mayores aprendizajes en la vida emergen de las crisis y dificultades.
HOY ES MOMENTO PARA TENER CORAJE, PARA NO QUEDARNOS EN EL MIEDO, EN LA RABIA, DESCUBRIR O RECONECTARNOS CON ESE PROPÓSITO MAYOR QUE NOS INSPIRA Y DAR EL SIGUIENTE PASO.
- ¿Cuándo te has atrevido a enfrentar tus miedos?
- ¿Cuándo has sentido que fue tu fuerza interior la que te permitió salir adelante?
- ¿Cuál es esa situación injusta en la que te estas quedando'
- ¿Qué harías si tuvieras más coraje, si fueras más valiente?
- ¿Qué dirías y a quién?
- ¿Cómo sería tu vida?
En mi caso, el coraje ha sido fundamental, pero no lo he logrado sola; confiar en Dios, tener fe en que Él no nos desampara y saber que los problemas y dificultades en la vida son el espacio donde Él se manifiesta con su misericordia y amor infinito, ha sido y es la clave para seguir adelante.
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