En las relaciones hay elementos de diferente tipos, vamos a mirarlo desde cuatro cuadrantes:
Triqui relaciones de pareja tomado de ejercicios de
Coaching Play. Mariela Díaz.
1. ++: Experiencias y comportamientos que se dan en la relación y generan satisfacción.
2. +-: Situaciones o comportamientos que se vienen presentando y afectan negativamente la relación y la llevan al deterioro.
3. -+: Experiencias o comportamientos que no se dan como pareja, pero sería deseable que se dieran para fortalecer la relación.
4. --: Conductas que no se han dado nunca en la relación y tampoco deberían darse porque llevarían a la ruptura.
Sugiero revisar la relación de pareja en la que cada uno está, revise los cuatro cuadrantes y reflexione sobre lo que observa, de qué se da cuenta y que quisiera hacer. Si están entrando en el cuadrante cuatro, es hora de poner límites. La pregunta es ¿cómo hacerlo?
Una relación que no es positiva o podríamos decir tóxica, puede durar años y lo complejo es que se van generando problemas de autoconfianza y autoestima que hacen cada vez más difícil retirarse y posteriormente recuperarse.
Lo malo es que no hay un manual para enamorarse y muchas veces terminamos en relaciones dañinas casi 'sin saber' por qué o como llegamos ahí.
"Es mejor prevenir que curar y tomar conciencia antes del flechazo, conocer las tretas de una persona tóxica nos ayuda a no caer en relaciones peligrosas". Walter Riso
Algunos factores clave en el deterioro de una relación de pareja
Las relaciones se transforman con el tiempo porque el amor cambia y se transforma también. Dos temas clave que son decisivos en el deterioro de una relación son:
- Cuando desaparecen las manifestaciones de afecto, en palabras y gestos; éstos nutren la relación, la enriquecen, y hacen que la comunicación sea cercana y cálida. Cuando estos desaparecen la relación se torna fría y distante.
- Falta de pasión, no de sexo, sino de curiosidad, interés, misterio y ganas de conocer y acercarse más al otro. El sexo es resultado de la pasión, pero ésta se enfría cuando la relación se vuelve monótona, predecible y dependiente.
En todas las relaciones, aunque no sean de pareja, hay conflictos, se superan obstáculos, se intensifica en unas áreas, se desgasta en otras, aún en la relación madre-hijo, que es una de las más fuertes, sucede igual. Lo importante es que el balance, al final, sea positivo. Que se mantenga el interés, la buena actitud y las ganas de mantener la relación.
Cercanía, ternura y calidez, así como pasión, interés y misterio son elementos fundamentales para mantener viva una relación.
El paso del enamoramiento a una relación más madura es uno de los grandes cambios en una relación; cuando no hay una perspectiva realista y la relación se idealiza pronto llega la desilusión, desaparece el sentido y ésta termina. Lo importante es reacomodar las expectativas para poder entrar en una etapa de mayor profundidad y madurez.
Vale la pena aprender a reconocer cuándo estamos en una relación que realmente es dañina, nos roba la autoestima y nos quita la libertad. Confundir la dependencia con amor es parte de lo que sucede en el conocido síndrome de Estocolmo.
Se trata de un trastorno psicológico que pueden desarrollar algunas víctimas de secuestro y también puede darse en algunas relaciones cuando se genera un vínculo sentimental y afectivo hacia el captor-agresor-secuestrador-maltratador. Este trastorno tiene las siguientes características:
- Sentimientos positivos, apego, admiración, simpatía por la causa del agresor.
- Sentimientos negativos hacia la policía o la autoridad.
- Sentimientos positivos recíprocos entre el victimario y su víctima.
El origen de este trastorno está asociado con el secuestro, pero luego se amplió su uso a situaciones de abuso, violencia de género, sectas, actos terroristas, esclavitud, prisioneros de guerra.
Vale la pena anotar que, no ha sido tan estudiado y no existen datos suficientes al respecto.
¿Cómo se desarrolla?
Es una respuesta automática de protección que se activa por el instinto de supervivencia. El captor genera temor en su víctima y hace que se sienta impotente y sumisa; como la víctima necesita seguridad y esperanza ignora el lado negativo de su captor o verdugo y empatiza con su posición, creyendo que así se acabará la agresión.
Tres distorsiones cognitivas hacen que ésto pase en la víctima:
1. Negación 'ésto no está pasando'
2. Minimización 'no es tan grave'
3. Racionalización 'él o ella tienen motivos para hacer ésto'
¿Qué predispone a una persona a sufrir el síndrome de Estocolmo?
- Recibir amenazas y sentirse en peligro de muerte
- Estar en situación de aislamiento
- Percibir algo de bondad en el captor
- Sentir que no tiene opción de escapar
Superarlo depende de: El tiempo del cautiverio, la capacidad de afrontamiento y resiliencia de la persona, la historia de vida personal, el grado de violencia al que se estuvo sometido.
Es importante saber que se trata de un mecanismo de supervivencia; que realmente el único vinculo afectivo es una respuesta de protección que se activa por el instinto de supervivencia; y que, hay buenas perspectivas de recuperación, aunque la velocidad dependerá de las circunstancias específicas en cada caso.
¿Por qué no nos damos cuenta que estamos en una relación tóxica o dañina?
- Pensamos que nuestra pareja puede cambiar, la idealizamos: 'como me ama va a mejorar'
- La persona que está siendo manipulada 'la víctima', muchas veces tiene problemas de autoestima que la llevan a una dependencia cada vez mayor del otro
- Nos dejamos enredar por la manipulación y el chantaje, y terminamos creyendo que es amor de verdad
- Miedo a la soledad, al abandono o al rechazo. Aunque estemos en una relación que nos hace daño, pensamos que es mejor que 'la soledad'
- Miedo a las consecuencias de dejar a la otra persona. Temor a cómo reaccionará el otro, especialmente cuando hay algún componente de violencia
Algunas sugerencias que ayudan a salir de una relación dañina
- Ser consciente de lo que está pasando. Darse cuenta de si es una relación tóxica y cuáles son los costos de lo que estamos viviendo
- Trabajar el miedo. Identificar cuál es la amenaza ¿Qué es lo peor que podría pasar si: te quedas o si te vas. Reconocer lo que hay que cuidar, y buscar ayuda cuando sea necesario
- Reconocer el valor de la soledad. Disfrutar el estar con nosotros mismos, hacer cosas que no hemos podido hacer, estar con alguien que saque lo mejor de nosotros, de lo contrario es hora de alejarse.
- Poner el foco en nosotros. Dejar de girar alrededor del otro, empezar a explorar lo que quiero, me gusta y puedo disfrutar, y hacerlo.
- Fortalecer la autoestima. Reconocer quién soy, que he logrado hasta aquí, cuáles son mis fortalezas y capacidades, trabajar el autoconocimiento y la aceptación, valorarme con lo que tengo y darme cuenta del ser maravilloso que soy.
- Aceptar la despedida. Vivir las etapas del duelo, permitirse llorar aceptando que la persona más importante que no puedo perder es a mí mismo. Da un paso a la vez y empieza por poner límites y una distancia sana con ese otro.
- Disfruta tus tiempos contigo. Permítete el silencio, hacer cosas que te gustan. Estar solo no es un castigo, es una oportunidad maravillosa para reencontrarnos con nosotros y descubrir nuevas posibilidades.
- Trabajar la espiritualidad. Conectarnos con nosotros mismos; hacer las pases y perdonarnos; cuidarnos; salir al encuentro de otros, ayudar a alguien, hacer algo de servicio; oración, meditación, relajación, algo que nos de paz interior y nos ayude a aceptar. No estamos solos y hay personas que necesitan de nosotros.
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