Volver a empezar

Hay magia en los nuevos comienzos – Luz y Bienestar

La vida son historias que empiezan y acaban: bienvenidas y despedidas, encuentros y desencuentros, alegrías y tristezas. Nos cuesta despedirnos y cerrar puertas, pero siempre, después de cada final, hay un nuevo comienzo.

Para volver a empezar hay que aceptar el final, de lo que se fué, se acabó o perdimos; trabajo, dinero, relaciones, seres queridos.

"Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo". Julio Cortázar.

Pero, realmente no empezamos de cero. Se trata de recoger y valorar lo que hemos aprendido, los regalos que nos quedan para mirar al futuro con resperanza. 

Volver a empezar implica:
  • Hacer cierres y dejar ir lo que ya no está, porque algo tal vez salió mal y puede que sea doloroso.
  • Tomar conciencia que algo tiene que cambiar en nuestra vida, esto implica sanar heridas.
Para volver a empezar hay que estar preparado. El tiempo es el mejor amigo, porque permite que las cosas difíciles se vayan decantando. 

Cuando algo se termina en nuestra vida, fuera de nosotros, también hay cambios en nuestro interior. También hay partes de nosotros que tenemos que dejar ir, porque sin eso que se acabó ya no somos los mismos. Es necesario reconocernos de nuevo.

No  tomarse el tiempo necesario puede llevarnos a retroceder o quedarnos estancados. No se trata de hacerlo rápido, sino de hacerlo bien. El tiempo que cada persona necesita para comenzar de nuevo es diferente. El tiempo es personal y relativo, depende del grado de la pérdida interior, del sufrimiento, la voluntad y la fortaleza.

"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado". García Márquez

Volver a empezar es un proceso, un camino que hay que recorrer paso a paso; cuando no lo hacemos, por salir rápido y no cerrar bien los ciclos, podemos tener choques dolorosos que nos dicen que no hemos hecho bien el recorrido. Forzar el comienzo, tratar de que las cosas pasen rápido no es una buena forma de hacerlo.

Creemos que tenemos miedo a empezar de nuevo y puede que así sea; pero, también es probable que tengamos miedo a volver a estar en este sitio de la pérdida, de final, a que esta vez tampoco funcione.

Revisemos algunas emociones que acompañan los cierres:
  • Tristeza: por lo que perdimos que era valioso para nosotros
  • Rabia: porque tal vez creemos que fue injusto
  • Impotencia: porque no podemos recuperarlo, aunque hagamos muchos esfuerzos
  • Frustración: porque hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance y no logramos lo que queríamos
  • Miedo: a que duela demasiado, no seamos capaces de salir adelante o a repetir la historia que nos llevó a este final
Emociones que necesitamos dejar fluir, que se decanten, que salgan y nos ayuden a ver el panorama completo.

Esta es parte de la razón por la que necesitamos tiempo para volver a empezar. Si estas emociones se quedan atascadas, encerradas en nosotros, nos harán mucho daño y no podremos comenzar de nuevo.  

Las emociones, se respiran, se dejan aparecer y se conversa con ellas, se les da la bienvenida para dejar que sigan su camino. Es aquí donde aparece la paz que necesitamos para ver las nuevas posibilidades que se abren para nosotros.


¿Por qué es tan difícil volver a empezar?
  1. Porque no sabemos qué hacer: No tenemos claro el objetivo o no sabemos como lograrlo. Es importante ponerse pequeñas metas y dar un paso a la vez; cada paso que damos nos va mostrando el siguiente. Confucio dijo: "Un paso no te lleva donde quieres ir, pero te saca de dónde estás".
  2. Porque estamos cansados: Las emociones realmente agotan; la historia anterior, lo que pasó se lleva toda la energía; creemos que no seremos capaces de seguir, que ya no hay fuerzas. Por eso es importante descansar para recuperar el impulso, las ganas, la ilusión para el nuevo camino.
  3. Perdimos la confianza en nosotros: Esto puede ser resultado de lo que pasó, de lo que perdimos; puede ser un trabajo, dinero, la familia, una relación, un ser querido; y creemos que lo perdimos todo. Puede ser que tengamos algo de culpa por lo que sucedió y ésta nos roba nuestra fuerza interior. 
Es importante aceptar lo que pasó y perdonar. No importa lo grande que haya sido la pérdida, siempre hay algo que agradecer y sobre todo siempre nos quedan lecciones valiosas para continuar.


Cómo empezar de nuevo
  1. Nunca empezamos de cero: Todas las experiencias pasadas, por dolorosas, difíciles y negativas nos dejan lecciones que aumentan la probabilidad de éxito hacia el futuro.
  2. Aprovechar el nuevo comienzo: Empezar de nuevo no es un castigo es una oportunidad para crear algo nuevo y mejor. Solo depende de cómo lo miremos nosotros.
  3. Ser pacientes: Especialmente cuando hay que sanar heridas emocionales. Apresurarse puede llevar a cometer los mismos errores del pasado. Ser compasivos con nosotros, querernos, cuidarnos y valorarnos.
  4. Superar el bloqueo inicial: Hay finales tan inesperados, fuertes, bruscos, que nos dejan 'pasmados', 'paralizados', es normal. No hay que asustarse, esto pasará y seremos capaces de ver el nuevo amanecer. No hay que pelear con el bloqueo, hay que reconocerlo y dejarlo que vaya pasando.
  5. Reconocer los miedos: ¿A qué le tenemos miedo? Cuál es el riesgo, peligro o amenaza que estamos viendo; tal vez sea miedo a volver a empezar, a no ser capaces, volver a 'fracasar'. Cada experiencia, cada historia que vivimos es un aprendizaje que nos ayuda a crecer, puede que funcione o puede que no, pero al final habremos crecido. 
  6. Abrazar lo nuevo - el cambio: No somos un producto  acabado, la vida y nosotros estamos en constante movimiento, si aceptamos eso podemos entender que cada día algo empieza y algo termina y siempre que algo termina, se abren nuevas posibilidades.
  7. Trabaja tu resiliencia: Acepta y permítete ser vulnerable, reconoce tus emociones, acepta la incertidumbre, entiende que puede que no salga bien pero vale la pena intentarlo. Inclusive mejor que la resiliencia sería la longaniminidad, esto es la constancia, paciencia y fortaleza de ánimo frente a las situaciones adversas de la vida 'solo quien ama es capaz de ser longánime'.
  8. Sepárate del resultado: La ansiedad y el miedo generalmente están asociados con la necesidad de lograr una meta, conseguir un resultado. Hay que tomar distancia, dejar fluir y soltar; para valorar lo que tenemos, enfocándonos más en las personas y en las experiencias valiosas del camino.
  9. Dejar el ego a un lado: El miedo a equivocarnos de nuevo se asocia con la posibilidad de que nos juzguen, nos critiquen, nos rechacen, nos preocupa lo que los otros puedan pensar. Esto es el ego, hay que callarlo. Nuestro valor no depende de que siempre nos vaya bien y logremos todo, depende de la calidad de ser humano que somos, de nuestros valores, de nuestra capacidad de amar generosamente. 
  10. Empieza por el final: Qué tipo de vida, trabajo, relación, quiero tener. Atrévete a soñar, piensa en lo que quieres y te hace feliz, ábrete a nuevas oportunidades.









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