Amores peligrosos 1 ; Amores peligrosos 2 ; Amores peligrosos 3 ; Amores peligrosos 4
Querer es mucho más que querer bien, no se trata de cantidad sino de calidad
Algunos escogemos pareja porque creemos que es la persona adecuada, la que nos conviene, la que puede hacernos felices; pero, realmente no 'elegimos de quien nos enamoramos'. El amor llega y arrasa; nos engancha y no necesariamente es la persona o la relación que nos permitirá seguir creciendo y avanzar. Entramos en un torbellino de emociones, sensaciones e idealizaciones. pensamos que es una 'relación mágica', y sin darnos cuenta llegamos al punto de 'solo vivo para ti'.
Esto no es una relación sana, es codependencia
Walter Riso, en su libro 'Amores altamente peligrosos' dice que es importante aprender a reconocer cuando podemos estar ante una relación que puede ser muy dañina, que deberíamos evitar, 'salir corriendo' o aprender a manejar, según sea el caso.
- Hostigante -histriónico/teatral- 'Todo o nada'
Cuando la relación exige 24 horas de atención, hay emotividad en exceso, cuidado exagerado e importancia a la apariencia física. Se trata de una relación muy intensa, que se inicia con un enamoramiento frenético y se cae de manera drástica y tormentosa. Puede haber acoso, sensiblería e insatisfacción. Es muy peligrosa porque se pierden los límites, es absorbente y agotadora. Cómo reconocerlo:
Una relación en la cual predomina la inseguridad, la desconfianza y el aislamiento. Una de las dos personas está llena de dudas y la otra se siente perseguida. Hay celos y persecución a la pareja, que pueden terminar en agresión por temor a perder al otro. Es como 'dormir con el enemigo'. Aunque no haya infidelidad realmente, el otro buscará encontrarla. Cómo reconocerlo:
Incumplimiento de compromisos, saboteo, desconcierto y conflicto, son algunas de las características en este tipo de relación. 'Te necesito pero no tan cerca'; si estás muy cerca se quiere alejar pero si te alejas te quiere cerca. También podríamos decir 'ni contigo, ni sin ti. Es un tipo de relación que genera mucha rabia en la pareja que no encuentra la forma de aproximarse y no entiende la cercanía/distancia. Es una relación en conflicto permanente. Cómo reconocerlo:
Una persona que se relaciona desde esta tendencia quiere ser el centro de todo, los otros solo son sus esclavos o súbditos. 'Soy más importante que tú; qué suerte tienes de ser mi pareja'. En este tipo de relación hay manipulación y subordinación. La pareja de esta persona puede resultar muy maltratada y con una autoestima muy bajita. Cómo reconocerlo:
En esta relación nada es suficiente, siempre hay algo que podrías haber hecho mejor. No hay cabida para la espontaneidad, la sorpresa y la diversión. La pareja de esta persona siempre siente que le están haciendo control de calidad. Frases como 'te equivocas demasiado', 'yo tomaré el control', 'debo controlar mis emociones' pueden ser frecuentes en personas con esta tendencia; pues se trata de una persona que lo hace todo y lo controla todo. Puede ser tacaño, inflexible, rígido y regulado; lo que genera en su pareja mucha infelicidad. Cómo reconocerlo:
Una persona con esta tendencia es incapaz de reconocer los derechos del otro, es adicta al peligro, fanfarrona y abusadora. Las personas son objetos para satisfacer sus necesidades; no hay una relación personal. Considera que no tiene ninguna obligación contigo, no hay respeto ni compromiso. Puede ser mentiroso y manipulador y llegar a la agresión. Como reconocerlo:
Ausencia emocional, cero seducción y expresión de cariño, el amor no entra en sus opciones, el otro no existe; podría decirse que es un analfabeta emocional, sin capacidad de empatía. La indiferencia en esta relación se convierte en una tortura para la otra persona que siente el rechazo y la frialdad como maltrato. La pareja de una persona con esta tendencia lucha por sacarla del encierro. Como reconocerlo:
Es impulsivo, inestable, contradictorio e inseguro, con tendencia a las adicciones. Impredecible y explosivo, no sabe quién es ni lo que quiere. Tiene miedo a enamorarse, pero siente gran ansiedad ante la separación. Podría decirse que es una caja de sorpresas, pues vive al filo de la navaja. Estar con una persona así es como jugar con fuego todo el tiempo; va del amor al odio de manera inesperada. Es muy fácil de reconocer porque no trata de ocultar su personalidad:
- Llamativo en su forma de vestirse, hablar, en sus gestos y movimientos
- Se involucra emocionalmente en todo, demasiado apasionado
- Siempre dice lo que esperas aunque suene exagerado
- No conoce la discreción
- Hace manifestaciones en público cuando te conoce como: 'es la noche más feliz de mi vida', 'nunca había conocido a alguien así'
- Aunque habla mucho y trata de seducir todo el tiempo, no está esperando que hagas lo mismo y no está dispuesto a iniciar una relación tan rápido.
- Desconfiado -paranóico/vigilante- 'No te creo'
- No acepta preguntas personales
- Siente temor a que lo que diga se vuelva en su contra
- Quiere destapar su bebida y revisa con cuidado la comida que otro le sirve
- No tiene sexo en un lugar desconocido
- Hace muchas preguntas sobre tu vida pasada
- Está pendiente cómo te comportas con el sexo opuesto, buscando si eres una persona infiel
- Revisa la cuenta varias veces y no se toma una sola copa de más para no perder el control
- Menosprecia sus logros económicos para estar seguro que no vas detrás de su dinero
- Está preguntando muchas veces ¿por qué?
- Te sientes vigilado permanentemente
- Subversivo -pasivo/agresivo- 'Si pero no'
- Propone más de lo que hace
- Pide favores pero no está dispuesto a hacerlo
- Incumplido
- Llevado de su parecer
- Tiene fama de incumplir sus compromisos
- Puede ser muy duro, destructivo y negativo en sus comentarios
- Egoísta -narcisista/egocéntrico- 'Soy el centro'
- Parece que pone atención, pero realmente no escucha lo que se le dice
- La conversación se centra en él
- Se incomoda y molesta cuando no estás de acuerdo con él
- Exhibe marcas y quiere dejar claro su buen gusto
- Nunca dice 'no sé'
- Te endulza el oído, pero puede perder el control, ser brusco y maltratar
- Le interesa estar cerca de los que son importantes
- Le cuesta seguir normas
- Perfeccionista -obsesivo/compulsivo- 'A mi manera'
- Está pendiente de los errores
- Se queja del servicio y busca siempre defectos
- Todo pasa por la racionalidad
- Cuida excesivamente los detalles
- Revisa la cuenta mil veces antes de pagar
- No soporta que algo no esté en su sitio
- Se hace cargo de todo
- Nada puede quedar a la improvisación
- Es sumiso frente a la autoridad
- Violenta -antisocial/peleador- 'Lo que le me da la gana'
- La diversión no tiene límites
- Busca actividades extremas y quiere llevarte a ellas
- Intenta tener sexo apresurado y fuera de lo convencional
- Se concentra en lo que da placer
- Mentiroso y manipulador 'el fin justifica los medios'
- Puede violar las normas sin sentir remordimiento
- No acepta un no por respuesta
- Le gusta mostrar su poder y deslumbrar
- Genera atracción y miedo a la vez
- Te darás cuenta que solo eres un objeto para satisfacer sus necesidades
- Indiferente -esquizoide/ermitaño- 'No me importa'
- Respuestas planas e inexpresivas
- No disfruta la intimidad
- No se entusiasma
- Solitario y con pocos amigos
- Metas y vida interior muy pobres
- Indiferente ante los halagos y las críticas
- Incómodo ante el tema del amor
- Caótico -limítrofe/inestable- 'turbulencia permanente'
- Abierto de manera descarada
- Su emoción y sinceridad son desbordadas
- Suelta los 'fuegos artificiales' rápidamente
Una forma de identificar lo que se requiere en una relación sana es identificar los valores opuestos a estos amores peligrosos.
- Ir despacio
- Tomarse el tiempo para observar y conocer a la otra persona antes de 'tirarse de cabeza' en la relación
- Quererse lo suficiente, tener una autoestima saludable para no dejarse cosificar
- Saber lo que se quiere y lo que no se quiere
- Respetar su dignidad y saber decir no para no entrar en una relación de subordinación
- Amarse con los ojos abiertos como dice el psicólogo Jorge Bucay
Una relación sana es aquella que saca lo mejor de cada persona
Jalil Gibran, el escritor, pintor y místico libanés (1883-1931) en su hermoso libro 'El profeta', escribió:
"Amaos el uno al otro, mas sin hacer del amor una cadena.
Que éste sea mas bien un mar, moviéndose entre las orillas de vuestras almas.
Que cada uno llene la copa del otro, mas no bebáis de la misma copa.
Compartid vuestro pan, pero no comáis de la misma tajada.
Cantad y danzad juntos, y sed felices, mas que cada uno pueda estar solo.
Tal como las cuerdas de la lira que aunque separadas, todas vibran con la misma música.
Dad vuestro corazón, mas no para ser conservado por ningún otro.
Porque solo la mano de la Vida es la que es digna de conservar vuestros corazones.
Y estad juntos, mas no demasiado cerca; porque las columnas del templo se levantan separadas, y la encina y el ciprés no crecen el uno a la sombra del otro."
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