Suicidio, factores de riesgo y protección



Suicidio y su silencio

Algunos datos que muestran la relevancia de la situación, según la Organización Mundial de la Salud -OMS-:
  • Cerca de 800.000 personas se suicidan cada año. 
  • Por cada intento de suicidio hay muchas tentativas cada año. 
  • El suicidio es la 2a. causa de muerte de personas entre los 15 y los 29 años. 
  • El 79% de los suicidios se presentan en países con ingresos bajos y medios
  • Algunos de los métodos más usados son plaguicidas, ahorcamiento y armas de fuego
Negar la existencia del problema no contribuye a su prevención. Algunos mitos que, según la OMS, es necesario aclarar:


  1. Los que hablan de suicidio, no se suicidan. No es cierto, pueden estar pidiendo ayuda o apoyo; los que contemplan el suicidio sufren ansiedad, depresión y/o desesperanza, y piensan que no tienen opciones.
  2. La mayoría de los suicidios son repentinos, sin aviso. No es cierto; la mayoría de los suicidios están precedidos por alguna señal, verbal o comportamental. Algunos son sin advertencia pero hay que estar atentos a señales y factores de riesgo.
  3. El suicida está decidido a morir. No es cierto; el suicida tiene un conflicto frente a la vida y la muerte, no sabe si quiere morirse o no. Alguien puede actuar impulsivamente y tomarse alguna sustancia tóxica y morirse en unos cuantos días, aunque hubiera preferido vivir. El apoyo y contención emocional puede prevenirlo.
  4. Quien haya tenido un intento suicida lo volverá a hacer. No es cierto; el mayor riesgo de suicidio es específico y de corto plazo. Los pensamientos suicidas pueden regresar pero no son permanentes y no necesariamente llevan al suicidio.
  5. Solo se suicidan los que tienen trastornos mentales. No es cierto; el comportamiento suicida es sinónimo de infelicidad profunda y no necesariamente de trastorno mental. Muchas personas con trastorno mental no piensan en suicidio, y muchos que se suicidan no tienen un trastorno mental.
  6. Hablar de suicidio es malo y puede ser un estímulo. No es cierto; hablar abiertamente puede ayudar a disminuir el estigma y es una forma de abrir opciones para pedir ayuda y encontrar otras salidas.
Algunas señales que advierten sobre suicidio o pensamientos suicidas:
  1. Hablar acerca de suicidio: me voy a suicidar, preferiría estar muerto, quisiera no haber nacido, sería mejor si no estuviera aquí.
  2. Obtener los medios para quitarse la vida: comprar un arma, acumular pastillas, conseguir un plaguicida o una soga.
  3. Aislarse y querer estar solo
  4. Cambios de humor variables
  5. Cambios en la personalidad: apatía, irritabilidad, ansiedad, cansancio
  6. Cambios en la rutina normal: insomnio o somnolencia, pérdida o aumento del apetito
  7. Comportamientos temerarios y decisiones erráticas: peleas, acoso
  8. Demasiada preocupación por morirse, temas de muerte o violencia
  9. Sentirse agobiado o sin esperanza ante una situación
  10. Consumo de alcohol, drogas o manejar de forma descuidada
  11. Regalar pertenencias o poner asuntos en orden sin explicación lógica
  12. Despedirse de las personas como si no las fuera a ver de nuevo
  13. Ansiedad o agitación acompañado de otros cambios en hábitos o personalidad
Cuando se presentan una o más de las anteriores es importante estar atentos, escuchar y pedir ayuda.

Entre los factores de protección frente al suicidio están:
  1. Relaciones personales sólidas: sentirse acompañado, contenido, escuchado
  2. Espiritualidad y creencias espirituales asociadas con la importancia y cuidado de la vida
  3. Modos de vida saludable: ejercicio, alimentación, sueño, autoestima adecuada, estabilidad emocional, actitud positiva frente a la vida
  4. Identificación oportuna y apoyo frente a factores de riesgo relacionados con trastornos de la salud mental (especialmente en casos de depresión mayor), adicciones (alcoholismo y sustancias), intentos previos de suicidio, factores genéticos y/o familiares, soledad y aislamiento, pérdidas afectivas o económicas, situaciones extremas de dolor
  5. Tener algo por qué vivir: propósito y sentido para la vida
Estrategias integrales para la prevención del suicidio como sociedad:
  1. Vigilancia: Información que permita identificar grupos y personas en mayor riesgo
  2. Restricción del acceso a medios para realizarlo: compra de plaguicidas, armas de fuego, protección de lugares altos
  3. Pedagogía a través de medios de comunicación
  4. Acceso a servicios preventivos de salud
  5. Capacitación y educación en salud mental
  6. Tratamiento adecuado
  7. Intervención en crisis
  8. Intervención posterior al intento de suicidio
  9. Campañas de concientización sobre prevención
  10. Reducción de estigmas alrededor de los temas de salud mental
  11. Supervisión y coordinación





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