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Cuando
estamos obsesionados con algo
Piensa
en algo que te haya obsesionado o te esté obsesionando en este momento, no
quieres seguir pensando en eso, pero no puedes alejarlo.
· Tu mente es como una casa y puedes decidir a
quién dejas entrar. Puede ser que seas muy riguroso con lo que dejas entrar.
Quieres tener siempre el control de quien entra, que no venga nadie indeseable.
Pero, llega una idea o una persona que estás tratando de alejar, es como un
intruso, alguien indeseable. Esa idea o persona que te parece negativa y no
quieres tener te da miedo, tratas de eliminarla, pero no lo logras; empiezas a
recorrer el camino de la obsesión y la idea -la persona- se instala en tu cabeza.
· Puede ser que te aísles para protegerte de eso
que no quieres tener contigo, que te da miedo; sin embargo, alejarnos de los
otros solo hace que aumente nuestra ansiedad. Es como si un extraño se hubiera
alojado en nuestra mente.
· Es necesario enfrentar al intruso, hay que
mirar de frente la idea obsesiva y entender por qué está aquí. Si es un tema
que está en nuestras manos es hora de solucionarlo; pero, si es un tema que no
está en nuestras manos, debemos dejar que se desvanezca. No es una buena idea
pelear con él -el intruso-.
· Evitar y tratar de sacar a la fuerza algo de
nuestra cabeza solo hará que se afiance más. Tampoco es una buena idea
culparnos por estar pensando en esto o en esta persona.
· El camino es: aceptar que podemos preocuparnos,
aceptar que podemos pensar en esta persona o situación, aceptar que está bien
tener miedo, aceptar que podemos equivocarnos, aceptar que podemos tener ideas
que no nos gustan. Cuando aceptamos estamos liberando. Este es el primer paso y
el más importante para dejar una obsesión.
o
Reconoce la idea cuando se presenta
o
Acepta y dale la bienvenida
o
Ahora respira: toma aire profundamente, llévalo
a tu estómago, retenlo por un momento en el estómago y después exhala, botando
el aire por la boca… sácalo todo, hasta que sientas que estás vacío. Repite
este ejercicio tres veces y luego continúa con lo que estás haciendo
o
La respiración nos permite hacer una pausa para
oxigenarnos.
Otras cosas que te ayudan para liberar una obsesión son:
o
Mantener el cuerpo y la mente activos, concentrándote
solo en lo que estás haciendo, como si fuera lo único que existiera, de manera
que no haya espacio para que entren otros pensamientos.
o
Estar presente en cada cosa que hagas, darte
cuenta, no dejar que tu mente se vaya a otro sitio. Estar presente es estar
conectados con nosotros, dejando ir todo lo que nos lleva al pasado o al
futuro. Lo único que realmente tenemos es este momento.
o
Dejar que los pensamientos intrusos -personas- entren
y salgan, que fluyan hasta que desaparezcan. No frenarlos, ni pelear con ellos.
o
Escribe. Ten a la mano lápiz y papel y cada vez
que la idea venga a tu mente, toma el papel y lápiz y escribe todo lo que estás
pensando. Escribir es sacar de nosotros lo que no necesitamos. No tienes que
pensar, solo dejarlo salir, después puedes destruir y botar lo que escribiste.
o
Reconoce todas las cosas valiosas que tienes y
disfrútalos, aquí y ahora. No te distraigas con personas o ideas que no son
beneficiosas para ti. Busca reemplazar la idea o persona que te está
perturbando por una imagen positiva que te haga sonreír desde el corazón, que
te de paz y bienestar.