Cuando somos vulnerables somos humanos. Permítete sentir miedo, dolor, tristeza; estas son la fuente de la empatía, la solidaridad y el amor. Es aquí donde te conectas contigo, te reconoces y aceptas la existencia del otro que te necesita, que te busca, que te hace salir del egoísmo para construir juntos, que te da esperanza y sentido.